Durante la época de verano, aumenta la incidencia de incendios forestales que ocurren en la capital del Ecuador. El siniestro de mayor intensidad ocurrió el 07 de agosto en las laderas del Volcán Pichincha y duró 3 días, debido a la dificultad para acceder al sector. Según los informes del Centro de Operaciones de Emergencia Metropolitano de Quito (COE-M), en julio se registraron 153 incendios y 292 quemas, con 457,3 hectáreas (Ha) y 0,55 Ha, respectivamente.

Israel Espinoza, docente de Gestión de Riesgos de la Universidad Internacional SEK, explica que la temporada soleada y seca en Quito genera un incremento en la temperatura. “Esto viene acompañado de vientos fuertes, provocando que la vegetación también se seque y, por ende, sea más propenso a la generación de incendios forestales”, señala.

Según el experto, si bien un incendio puede ocurrir por causas naturales como la caída de rayos y el calor, la mayoría de estos eventos ocurre por descuido del hombre o son provocados intencionalmente. Entre las causas que destaca están: colillas de cigarrillo que se desechan encendidas, fogatas que no se apagan correctamente, objetos de vidrio en los bosques (al ser elementos refractarios, con el calor y en contacto con la vegetación seca producen fuego) y las quemas agrícolas realizadas sin apoyo del Cuerpo de Bomberos.

Aunque la frecuencia en la que ocurren estos siniestros es mayor, con el apoyo ciudadano es posible frenar su propagación o aparición en la capital. El Municipio realiza constantemente campañas de concientización, sumado a las multas definidas para las personas que los provoquen. Si somos testigos de un incendio, lo principal es ubicarse en un lugar seguro y comunicarse con el servicio ECU 911. En caso de encontrarnos cerca de un incendio, Espinoza recomienda mantener la calma, alejarse lo máximo posible del fuego y cubrirse para no inhalar el humo. Actualmente, el Municipio de Quito cuenta con una ordenanza para la gestión de incendios forestales. Además, en la ciudad existen multas para las personas que ocasionen estos siniestros que pueden ir desde los $ 450 hasta los $34.500, en caso de ser provocado intencionalmente. El experto además agrega que, desde el Gobierno central, se debe monitorear y dar seguimiento a la implementación de los cinco ejes socializados por el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, cuyo objetivo es sensibilizar y educar a la ciudadanía sobre prácticas responsables y la necesidad de prevenir estos eventos, que se intensifican de julio a diciembre.