Historia de los corazones y flores en San Valentín: Significado y razones detrás de estos símbolos.

Inmaculada Berlanga Fernández, catedrática de Comunicación en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Doctora en Filología Clásica y en Comunicación Audiovisual

El 14 de febrero, conocido mundialmente como el Día de San Valentín, es una fecha que evoca sentimientos de amor y afecto. En este día, es común ver una profusión de flores, especialmente rosas, y corazones en diversas formas y colores. Pero, ¿cuál es el origen de estos símbolos tan representativos de la celebración? Para entenderlo, es necesario explorar la mitología clásica y la historia de San Valentín, así como la evolución de las tradiciones asociadas con el amor y la amistad.


El origen de la festividad se remonta a la antigua Roma, donde se celebraba ante diem XV Kalendas Martias —lo que equivale al 15 de febrero— la festividad de Lupercalia, un festival pagano que honraba a la fertilidad y la purificación. Durante esta celebración, se llevaban a cabo rituales que incluían el sacrificio de animales y la realización de juegos que fomentaban el emparejamiento de jóvenes. Sin embargo, con la llegada del cristianismo, estas prácticas fueron reemplazadas por la celebración de San Valentín, un sacerdote que, según la leyenda, desobedeció las órdenes del emperador Claudio II —quien consideraba incompatible el matrimonio con la carrera de las armas y prohibió su práctica—, al continuar celebrando matrimonios en secreto entre los jóvenes soldados y sus prometidas. Su valentía y dedicación al amor lo convirtieron en un símbolo del amor verdadero, y su martirio el 14 de febrero lo estableció como el patrón de los enamorados.

A medida que la festividad se fue popularizando, especialmente durante la Edad Media, el amor romántico comenzó a tomar un papel central en las celebraciones. En este contexto, las flores comenzaron a adquirir un significado especial. Las flores han sido un símbolo de amor y belleza a lo largo de la historia, y su uso en el Día de San Valentín se consolidó como una forma de expresar sentimientos profundos. Las rosas, en particular, se convirtieron en la flor más emblemática del amor. Su color rojo simboliza la pasión y el deseo, mientras que las rosas de otros colores pueden representar diferentes matices del amor, como la amistad o la admiración.

Pero también el hecho de regalar flores en el Día de San Valentín se puede remontar a una leyenda de la mitología griega que nos muestra a Afrodita, diosa del amor, como una apasionada de las rosas. Así, si alguien la quería conquistar tenía que regalarle un ramo de estas flores. Igualmente sabemos que Poetas como Geoffrey Chaucer y William Shakespeare utilizaron imágenes de flores en sus obras para simbolizar el amor y la belleza. Esta conexión entre las flores y el amor se fue arraigando en la cultura popular, y con el tiempo, se convirtió en una tradición regalar flores en esta fecha especial. Las floristerías comenzaron a florecer, ofreciendo ramos elaborados y arreglos florales que se convirtieron en un regalo clásico para expresar amor y afecto.

En cuanto al símbolo del corazón, también tiene una rica historia que se entrelaza con la celebración del amor. El corazón ha sido considerado durante siglos como el centro de las emociones humanas. En la Edad Media, el corazón se asoció con el amor cortés, un ideal romántico que enfatizaba la devoción y la admiración hacia la persona amada. Este concepto se popularizó en la literatura y el arte, y el corazón se convirtió en un símbolo universal del amor. La forma del corazón, tal como la conocemos hoy, ha sido objeto de debate entre historiadores y artistas. Algunos sugieren que su forma estilizada podría haber sido inspirada en la silueta de la planta silvestre conocida como «silphium», que se utilizaba en la antigüedad como un afrodisíaco, por lo que se asocia con el amor y la fertilidad. Con el tiempo, el símbolo se popularizó y se convirtió en un icono universal del amor, especialmente en el contexto de la celebración de San Valentín, donde se intercambian tarjetas y regalos que a menudo presentan este símbolo.

Día de San Valentín: tradición clásica y cristianismo como fuente de nuestra cultura; y un ejemplo del valor de los símbolos y su interpretación semiótica para entendernos mejor.

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