Cada 16 de mayo, el mundo entero celebra el Día Internacional de la Luz, una fecha proclamada por la UNESCO en 2017, para destacar la importancia de la luz en la ciencia, la cultura, el arte, la educación, el desarrollo sostenible y otros campos. La elección de esta fecha conmemora el aniversario de la primera operación exitosa del láser en 1960, realizada por el físico e ingeniero Theodore Maiman.

Según la página oficial de esta celebración “https://www.lightday.org/”, este 2025, el lema de esta celebración es “Luz, Innovación, Sociedad”, destacando cómo las tecnologías basadas en la luz son vitales para la innovación científica, el bienestar social y el futuro sostenible.
En Ecuador, la luz es un recurso vital pero también es un desafío pues, según el grupo Elements, a pesar de que el 65% de la matriz energética proviene de fuentes renovables como las hidroeléctricas, el país enfrentó en 2024 una crisis energética agravada por la sequía, provocando cortes de energía de hasta 14 horas diarias. Sin embargo, esta situación no es exclusiva del Ecuador, pues a nivel mundial existen millones de personas que no tienen acceso a luz eléctrica. “La falta de este servicio limita el desarrollo, aumenta la desigualdad, compromete el derecho a la educación, la salud y la seguridad” asegura Edilberto Llanes, experto en eficiencia energética de la UISEK.

Sin embargo, el fomento de la conciencia y los avances tecnológicos están generando soluciones y escenarios esperanzadores. Sin duda alguna, los proyectos educativos permiten capacitar e integrar el conocimiento científico con la acción. “Tenemos una estación científica en Limoncocha, donde podemos mostrarles a los estudiantes cómo sus decisiones diarias tienen un impacto en la sociedad y el ambiente” señala Edilberto Llanes, docente de la Facultad de Arquitectura e Ingenierías de la UISEK. Además, indica que el Día Internacional de la Luz es una oportunidad para destacar la luz natural y artificial en nuestra vida cotidiana pues es un recurso que ha estado presente en todo el desarrollo de la humanidad.
Por ello, en esta fecha es importante valorar su impacto en la calidad de vida y apostar por tecnologías eficientes y renovables para cuidarla. Además, es primordial para educar a la población sobre su uso responsable y trabajar para que esté al alcance de todos. Tal como lo menciona Edilberto “donde hay luz, hay oportunidades y esperanza”.
