Revolución digital optimiza tiempos y costos en la construcción con la metodología BIM

La industria de la construcción en Ecuador está transformando sus métodos tradicionales con la adopción de la metodología Building Information Modeling (BIM), demostrando mejoras tangibles en eficiencia y productividad.

Casos documentados en universidades como la UISEK y otras revelan que proyectos con BIM han logrado una reducción de retrabajos superior al 25% y un ahorro del 22% en tiempos de revisión de planos. Además, un análisis del «Edificio El Faro» en Manabí proyectó una optimización del 16.6% en los tiempos de ejecución, confirmando que la metodología genera ahorros concretos y mayor previsibilidad.

Al respecto, Pablo Vásquez, Coordinador de la Maestría en Gerencia de Proyectos BIM de la UISEK, señala: «En Ecuador, la evidencia es clara: BIM no es solo un software, es un nuevo ADN para la gestión de proyectos. Nuestros más de 30 casos de aplicación demuestran que quienes adoptan esta metodología no solo resuelven interferencias técnicas, sino que fundan una cultura de colaboración que reduce hasta en un 25% los retrabajos y transforma la rentabilidad de los proyectos«. Esta visión refleja cómo BIM introduce un nuevo paradigma de gestión colaborativa que está resolviendo problemas históricos del sector.

Uno de los mayores impactos se observa en la fase de construcción. Mediante el uso de modelos federados y la detección temprana de interferencias, se resuelven en un entorno virtual conflictos entre especialidades como tuberías que chocan con vigas que antes se descubrían en la obra, generando demoras y gastos imprevistos. Esta planificación precisa también permite una reducción significativa de residuos, contribuyendo a una construcción más sostenible.

Estudios demuestran que el uso de BIM para optimizar envolventes de edificaciones puede reducir el consumo energético entre un 10% y 18%. Paralelamente, la metodología permite una planificación precisa de materiales, disminuyendo los residuos de construcción, que representan entre el 25% y 40% de los desechos urbanos, en más de un 25% mediante la compra exacta, la reducción de retrabajos y la prevención de errores, contribuyendo directamente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para las PYMES, que representan la gran mayoría del sector, la adopción de BIM es viable mediante una implementación gradual y estratégica. Comenzar con herramientas de bajo costo y capacitar al personal en flujos de trabajo colaborativos permite a las empresas más pequeñas acceder a los beneficios de la metodología sin asumir costos prohibitivos, fortaleciendo así su competitividad.

El paso crucial para masificar estos beneficios es la creación de un estándar BIM nacional, un esfuerzo que ya está en marcha liderado por el INEN, la academia y los gremios. La consolidación de un protocolo unificado permitirá escalar la metodología en obras públicas y privadas, marcando el rumbo definitivo hacia una industria de la construcción ecuatoriana más moderna, transparente y eficiente.

Respecto a la formación de talento especializado, Vásquez añade: «La brecha más grande que enfrentamos no es tecnológica, sino de mentalidad. BIM exige pasar del ‘yo hago mi parte’ al ‘trabajamos en un modelo común’. Los profesionales que se forman en esta filosofía son el activo más valioso para cerrar la productividad históricamente baja del sector y construir el Ecuador que merecemos». La disponibilidad de estos profesionales especializados se ha convertido en un factor estratégico para el desarrollo del país, permitiendo que los proyectos de construcción nacionales alcancen estándares internacionales de calidad, reduzcan costos y optimicen recursos.

Deja un comentario