Con la entrada en vigor del Decreto Ejecutivo N.º 255, que actualiza el Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo en Ecuador, las empresas con más de 1 000 trabajadores están obligadas a contar con un médico especialista avalado en Medicina del Trabajo. Esta disposición responde a la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica, la gestión clínica y los programas preventivos en entornos productivos complejos, donde los riesgos laborales demandan una gestión técnica altamente especializada.
De acuerdo con la normativa, toda empresa con 100 o más colaboradores debe disponer de un servicio médico ocupacional o profesional con formación en Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). Sin embargo, el nuevo reglamento eleva las exigencias para los grandes centros industriales, que deberán contar con profesionales con formación de cuarto nivel y especialización en Medicina del Trabajo, garantizando así una gestión alineada con estándares internacionales como ISO 45001.

El especialista en Medicina del Trabajo se consolida hoy como un aliado estratégico para la productividad y sostenibilidad empresarial. Su labor no se limita a la consulta médica, sino que también lidera programas de prevención, promueve la salud integral de los trabajadores, reduce el ausentismo y mejora los indicadores de desempeño. Estudios y experiencias empresariales demuestran que la inversión en salud ocupacional se traduce en menores costos por accidentes e indemnizaciones, mayor retención del talento humano y entornos laborales más seguros y eficientes.
En respuesta a esta creciente demanda, la experta Vivian Cedeño, indica que ¨los médicos que cursen una especialidad en Medicina del Trabajo adquirirán competencias en epidemiología laboral, toxicología, ergonomía, gestión de riesgos psicosociales y normativas legales, preparándose para asumir un rol clave dentro de las estrategias de sostenibilidad empresarial¨.

Más allá del cumplimiento normativo, UISEK busca formar médicos del siglo XXI, capaces de construir una cultura organizacional basada en la prevención y el bienestar, fortaleciendo la marca empleadora y el compromiso de las empresas con su capital humano. Con esta iniciativa, la universidad contribuye directamente a cerrar la brecha existente entre la demanda de especialistas y la oferta formativa en el país, consolidando un paso decisivo hacia empresas más seguras, humanas y productivas.
